EL VIGO MEDIEVAL DESDE EL MONTE DE O CASTRO
La población medieval que se va asentar en las laderas del monte del castro, cuando éste ya pierda toda su ocupación habitacional darán origen a dos zonas bien diferenciadas. Hacia el norte y hacia la parte portuaria, se va construir la iglesia de santa María, en el mismo lugar que se halla hoy, cuyo atrio será utilizado de cementerio, situándose a su alrededor una población ligada a la actividad pesquera y a la pequeña industria y artesanía; y hacia el naciente, en dirección a lo que denominamos “A Ladeira “ del castro, estará la iglesia parroquial de Santiago de Vigo, con su enterramientos cercanos a el edificio religioso y rodeada de casas cuyos habitantes se dedicarán a la agricultura, que se va a dar muy bien, debido a las fértiles tierras y abundantes manantiales que conforman esta área y su suave bajada hacia el mar.
En este momento en que el castro ya no está habitado, sólo su cumbre, servirá de atalaya de vigilancia, para avisar de posibles incursiones de enemigos venidos por mar y sólo será hacia el final del medievo, cuando se construya en la cima, el denominado “Castelo do Penso”, cuya existencia en el tiempo, va a ser muy corta.
Fuentes documentales ya nos hablan de la existencia de estas dos iglesias medievales, de Santa María y Santiago de Vigo, desde el siglo XI, pero los hallazgos arqueológicos no van a confirmar que ya hacia fechas anteriores, podemos saber que existen enterramientos con sarcófagos monolíticos de piedra en ambas, el más reciente localizado enfrente de la Colegiata. Por su lado, cercano a Santiago de Vigo, poseemos otros sarcófago con tapa, que podría remontar hasta el siglo VII después de Jesucristo.
Pocos datos posemos de estas dos iglesias románicas que serían bien visibles desde el monte de O Castro de Vigo y sólo, nuevas investigaciones en fuentes documentales y sobre todo nuevas excavaciones arqueológicas en las áreas bien localizadas de las mismas, podrán arrojar nueva luz sobre las mismas, de las que en la actualidad sólo dos extraordinarias piezas han llegado hasta nosotros.
La primera pertenece a la iglesia de Santa María, corresponde al tímpano de la misma y posee una datación tardía, que podría llegar hasta finales del siglo XV, lo que para algunos estudiosos nos habla de una posible reforma, que conllevaría a una nuevo dimensión y definición de la estructura primitiva y de su entrada principal, en el momento que la iglesia parroquial es elevada a la categoría de colegiata.
En ella se pueden apreciar, dentro del conjunto en si, dos representaciones distintas y con un tratamiento diferentes, hasta en sus dimensiones: la de La Epifanía, con un tamaño mayor, a la derecha; y la de La Asunción, más pequeña a la izquierda.
Estos motivos van a ser muy frecuentes ya en el Gótico, van a evocar la Redención y al aspecto universal de la Salvación. En la actualidad el original está depositado en el museo provincial de Pontevedra, pero por suerte, existe una buena copia en piedra, a escala, que se puede contemplar en la entrada de la actual Colegiata, a mano izquierda.
La otra pieza, perteneciente a la antigua iglesia de Santiago de Vigo que representa la imagen de El Salvador, parece que reutiliza una antigua columna romana y en ella podemos ver a Jesucristo, de cuerpo entero, vestido con una túnica y un manto que sostiene en su mano izquierda un libro abierto con una inscripción que es señalada con su mano derecha, que dice: D(EU)S / ET(ER)NVS: O/M (NI)P(OTEN)S: ET / CLE/M(E)/NS: OM/NIA(QVE)/ GVBE/RNA/NS. En su aureola, posee otra, que completa la anterior, EGO SUM A ET O. El significado de las mismas, unido al hecho de que la figura está pisando un monstruo, nos hace pensar en la representación del triunfo de Cristo sobre el pecado, con claro tono apocalíptico. Podemos pensar que la ubicación de esta interesante pieza románica, datable hacia el segundo tercio del siglo XII, estaría en la portada principal y delante el atrio con su cementerio correspondiente. El original se exhibe en Madrid, en el museo Arqueológico y sería deseable que se contase en nuestra ciudad, por lo menos, con una buena copia de la misma, como tenemos en el caso anterior.
Sobre la función del monte de O castro en este período cronológico, sólo podemos decir, lo que mencionamos anteriormente, que posiblemente su cima se utilizara de atalaya de vigilancia, pero de la que no poseemos evidencia física alguna. Sólo la realización de unas campañas sistemáticas arqueológica en el primer recinto de la fortaleza, en donde su cree que estaba la fortaleza medieval del Castelo de Penso y la ermita de Nuestra Señora de O Castro, nos pueden revelar más datos sobre estas dos construcciones, pudiendo comprobar que poseen una cronología anterior a las propuesta hasta la fecha y con ello, poniendo sobre la mesa nuevos datos, sobre la etapa medieval del mismo.
Lógicamente más allá de las citadas zonas visualmente cercanas al monte de O Castro, poseemos varios núcleos de población que se sitúan cerca de los restos constructivos o piezas de esta etapa medieval en diferentes parroquias de Vigo, como la iglesia y fortaleza de Teis; la iglesia románica y el puente de Castrelos; los sepulcros y puente de Sárdoma; o las iglesia románicas de Bembrive y Coruxo.
Nota.- Ilustran este comentario, una fotografía de la imagen de Cristo Salvador (expuesta en el museo arqueológico de Madrid) y un detalle de su cabeza; y otra, de la copia existente del tímpano de la antigua iglesia de santa María, que se puede ver hoy a la edntrada de la Colegiata de Vigo.
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