PROYECTOS DE AMPLIAR LAS DEFENSAS DE VIGO. HACIA 1655 Y 1670

 

Por la existencia de dos documentos gráficos que se conservan en el Archivo General Militar de Madrid, uno anterior y otro en el momento que se están construyendo las defensas de la villa de Vigo, vemos que ya existían dudas de la eficacia militar del proyecto aprobado y que se llevaría a cabo respecto al el perímetro del recinto amurallado de Vigo y de su fortaleza exterior, de O Castro.

Podemos ver como en la primera se plantea la fortificación de la citada y la de San Sebastián quedando lo que es de hecho la población de la villa escasamente protegida por unas baterías de costa y en la segunda, se muestra el interés de ampliar el núcleo habitado y que se unan las fortalezas de San Sebastián y O Castro. Como podemos ver en la actualidad, ninguna de estas propuesta se tuvo en cuenta y se construyó la defensa de Vigo, como se había previsto inicialmente, sin ningún tipo de modificación, aún sabiendo que era muy insuficiente, como se podría comprobar en los acontecimientos históricos ocurridos.

A continuación vamos a analizar con detalle las planos referidos, teniendo en cuenta la opinión de los dos investigadores que han examinado más a fondo con anterioridad los mismos (Soraluce y Garrido):

El primero, que consiste en un manuscrito a plumilla en tinta negra y coloreado en azul, sin escala titulado “Planta de la fortificación de Vigo”, fue copiado por el equipo de José Aparici y Biedma (1824 –1894), fechada la copia, el 31 de Octubre de 1849, pero no aparece el nombre del autor del original pero si la fecha en que se incluye en Consulta de Guerra a S. M. de 31 de Julio de 1669.

Tenemos dos opiniones divergentes sobre su autor y a la fecha de su realización:

Garrido, nos dice que posiblemente el mapa fue realizado antes de la fecha que aparece en el manuscrito y que podríamos llevar hasta 1655 y su autor sería el capitán ingeniero Juan de Villarroel y Prado, posiblemente poco antes de dar comienzo definitivo las obra de fortificación de la villa de Vigo ya con sus murallas y las fortalezas de San Sebastián y de Nuestra Señora de O Castro, sin estar unidas entre ellas. Por su lado, Soraluce, lo atribuye a Carlos de Grunemberg y lo data hacia 1665.

Podemos ver aquí, que el proyecto presentado, nos muestra la fortaleza de Nuestra Señora de O Castro con cinco baluartes, unida con una muralla o cortina doble que posee dos medio baluartes, a la de San Sebastián con cuatro y finalmente varias baterías de costa en el núcleo habitacional principal de la villa, y otras en la zona del convento de San Francisco, del que nos muestra un pequeño alzado de su iglesia. Como podemos observar esta propuesta de la defensa de la villa de Vigo, se centra en la construcción de las citadas fortalezas unidas, no amurallando la la villa en sí, en la que se colocarían varias baterías de defensa. Este proyecto fue rechazado, si nos atenemos a lo que se construyó realmente luego.

El segundo se trata de un manuscrito a plumilla en tinta negra, titulado “Fortificaciones de Vigo”, copiado también por el equipo de Aparici el 12 de Julio de 1851 y cuyo original fue incluido en una carta de Baltasar de Eraso y Toledo (1623-1687), II conde de Humanes, al rey Felipe IV, el 12 de Mayo de 1670, de aquella Capitán-General del Reino de Galicia.

En este proyecto ya las fortalezas de O Castro y de San Sebastián aparecen unidas y van a ampliar el recinto amurallado ya pensado para la villa, con la incorporación dentro de las murallas de las zonas que que no estaban previstas que quedasen dentro de cierre inicial, que va desde el O Berbés, hasta algo más de San Francisco, incorporando la zona alta de las misma, que corresponde a la denominado “burgo de A Falperra”. Decir que esta proposición, junto a dos más similares, fue rechazada por el Consejo de Guerra y no se llegarán a formalizar.

Vemos pues como ya los vecinos y autoridades de la villa y plaza de Vigo, consideran muy necesaria la ampliar del recinto amurallado inicialmente aprobado, planteando dos premisas fundamentales para mejorar su defensa: la primera, relacionada con que el perímetro de la muralla englobase a toda la zona poblada en su parte central; y la segunda que la pequeña fortaleza de San Sebastián estuviese unida a la grande de O Castro, para que se pudiese realizar una más eficaz defensa de la población. Por desgracia, ninguna de ellas se tuve en cuenta y Vigo fue presa fácil para las tropas enemigas que pretendían tomarla en el futuro.