PRIMERA VISTA DE LA ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE O CASTRO Y DE LA VILLA DE VIGO

 

Localizado hace ya algunos años en el famoso Archivo General de Simancas, se trata de un dibujo manuscrito atribuido a Leonardo Turriano y fechable hacia 1597 y en el que se puede observar por primera ver la representación gráfica de la ermita de Nuestra Señora de O Castro y la villa de Vigo, que se extiende a sus pies.

Por la importancia de este documento tomamos literalmente la imagen y el texto que corresponden a la ficha técnica del mismo, realizada por Jorge Gómez Iparraguirre (nombre completo que corresponde a las siglas J.G.I., que aparece al final del texto) y que fue editada en las páginas 547 y 548 de la magnífica obra titulada “Planos y dibujos de Arquitectura de Urbanismo de Galicia en los siglos XVI y XVII”, correspondiendo la dirección de la misma a Alfredo Vigo Trasancos, la coordinación a Jesús Ángel Sánchez García y Miguel Taín Guzmán y publicada en Santiago de Compostela por el Consello Galego de Colexios de Aparelladores e Arquitectos Tecnicos.

Dice así textualmente:

1.1.- Vista de la villa y su puerto [201]

M.E.C.D., A.G.S.: M.P. y D. XVI-15. G.A., leg. 498

TURRIANO, Leonardo (¿?-1629)

1597

Papel: tinta negra y color azul a la aguada; 27 x 37,5 cm Sin escala, pero con distancias indicadas en pasos Notas manuscritas: “nra. Sª de o clastro”; “montezillo alto”; “puerta de las barcas y todos generos de naves y navios”; “muelle”; “Villa de viguo”; “terreno”; “Sta. marta”; “puerto”; “puerto de las barcas”; “En esta villa de vigo ay qince pieças de hyerro labrado son perdidas que no tienen ningun adreço ni ellas valen nada”. Reverso: “Vigo”; “M y t”; “Legº 498”; “Copiado pª la Comision del Corl. Aparici hoy 23 de Abril de 1846”.

Bibl. ÁLVAREZ TERÁN, Mª C.: Archivo General de Simancas. Catálogo XXIX. Vol. I. Mapas, Planos y Dibujos (1503-1805), Valladolid, 1980, 1002; RODRÍGUEZ TEIJEIRO, D.: Historia de Vigo, Oleiros (A Coruña), 1999, 183-4; SORALUCE BLOND, J. R.: Castillos y fortificaciones de Galicia. La arquitectura militar de los siglos XVI-XVIII, A Coruña, 1985, 165-169; PEÑA SANTOS, A. de la, SÁNCHEZ BARGIELA, R. y GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, J. M.: Inventario das ermidas de Vigo e do Val do Fragoso. Séculos XVI XIX, Vigo 1997, 81; CÁMARA, A.: Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II, Madrid, 1998, 224 y lám. 187; GARRIDO RODRÍGUEZ, X.: Vigo. Arquitectura urbana, vol. I,Vigo, 2000, 24; LEBOREIRO AMARO, M.A.: Vigo, puerto y destino. Atlas urbanístico de Vigo, Vigo, 2000, 133.

La realización de visitas de reconocimiento a las diferentes posesiones de la Corona con el fin de informar sobre el estado de sus defensas y proponer las mejoras pertinentes, va a ser una de las principales actividades que, como consecuencia del centralismo administrativo imperante en materia de fortificaciones durante el reinado de Felipe II, van a desarrollar los ingenieros militares a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI -durante el siglo XVII estos facultativos perderán algún protagonismo en favor de oficiales del Ejército con destino fijo en los lugares que se pretende fortificar.

En el citado contexto cabría encuadrar el presente dibujo de autor desconocido, que se conserva en el Archivo General de Simancas junto a otros seis planos - correspondientes a las villas de Muros, Noia y Pontevedra - aparecidos entre papeles datados en 1597. De gran importancia por cuanto se trata de la primera vista conocida de Vigo -nosotros al menos no tenemos constancia de la existencia de obras análogas de cronología anterior-, en ella se recoge el aspecto que presentaba la ciudad olívica en los años finales del siglo XVI, con una estructura urbana de marcado carácter medieval en la que, respondiendo a la pendiente del terreno y a la primacía de la actividad marinera, las casas se distribuyen fundamentalmente en paralelo a la línea de la costa. Con todo, pese a la relevancia de la información que en materia urbanística reporta el dibujo -que, como es natural, debe ser acogida con ciertas reservas en lo que a su realismo se refiere-, la atención del mismo se va a centrar en una serie de cuestiones que evidencian la naturaleza militar del encargo.

Así, aunque dentro de la uniformidad que se observa en la representación del caserío se distinguen una serie de edificios religiosos, tan sólo dos de ellos aparecen identificados por medio de los correspondientes epígrafes: la iglesia de Santa Marta y la capilla de Santa María de O Castro, que, si bien no se contarían entre las más importantes de la villa, estaban emplazadas en lugares de indudable valor estratégico -la primera de ellas en un saliente rocoso al oeste de la villa y la otra en el monte homónimo que iba a acoger en el futuro la fortaleza que aún hoy se conserva en parte-. Junto a ello, se destaca por su situación preeminente el “montezillo alto” sobre el que, ya en el siglo XVII, se va a levantar el fuerte de San Sebastián -bautizado de este modo en recuerdo de la capilla dedicada a dicho santo que existía en aquel lugar-. Por último, la aportación de datos de interés castrense se completa con la localización de las instalaciones portuarias, el concienzudo señalamiento de las distancias en pasos y la anotación que informa de las piezas de artillería existentes en aquel momento en la villa.