LOS TIEMPOS PREHISTÓRICO EN EL CASTRO DE VIGO

 

Poseemos hoy en día varias evidencias arqueológicas que nos demuestran el paso del hombre por el monte de O Castro de Vigo, en épocas anteriores al asentamiento del poblado castreño en la Edad de Hierro.

A los momentos más remotos nos llevan dos objetos líticos encontrados en las excavaciones arqueológicas realizadas en la década de los 80 del siglo pasado. Se trata de un bello bifaz y una posible raedera de cuarcita de buena calidad. Por la tipología que presentan estos útiles podría encuadrarse en el período cronológico del Paleolítico inferior, del cual ya poseemos otras muestras localizadas en zonas litorales del término municipal, como Coruxo, Navia, Bouzas o Alcabre.

Estos descubrimientos nos hablarían de la estancia temporal en el monte de grupo de cazadores y recolectores, que comprenderían la importancia de este lugar para desempeñar bien sus citadas actividades, pues es indudable la posición estratégica que posee el monte, para el control visual de todo el valle del Fragoso.

No se pudo determinar sin embargo, el lugar en concreto que pudieron elegir para ubicar su campamento nómada, pues no fueron encontradas huellas que pudieran darnos noticias del mismo y las piezas paleolíticas fueron localizadas sin poder determinar un contexto cronológico o nivel de ocupación bien definido.

Tenemos luego diversos hallazgos líticos que por su tipología se suelen clasificar dentro del mundo neolítico, cuyas características principales nos vendrán dado por la construcción de asentamientos sedentarios, la aparición de la agricultura y la domesticación de animales,  pero aquí se presenta un problema en algunos de ellos.

Me refiero a hachas pulimentadas de distintas formas, tamaños y peso que fueron localizadas en un contexto castreño y que no pueden hacer pensar que fueron encontradas por los habitantes del castro, procedentes de algún tipo de yacimiento neolítico anterior (tanto poblados y/o necrópolis) y llevadas al poblado, por lo que podrían representar para ellos este tipo de objetos. Debemos descartar la fabricación de las mismas por parte de los mismos, pues ya poseían otras herramientas mejores para realizar las labores relacionadas con la madera, desde el corte del árbol a la utilización y trabajo de la madera obtenida. Esto en cuanto a las hachas que por su tipología podemos darle esa función, otro tema lo presentan otras de pequeño tamaño y cuidada elaboración en muy buena piedra de diversos colores, que podrían poseer para los habitantes del castro, unas propiedades vinculadas a sus creencias religiosas,...

Otras de estas hachas, al igual que pequeñas gubias o azuelas, fueron localizadas fuera del contexto citado, pero no se pudieron vincular con una fase de ocupación determinada, al no encontrarse estructuras ni otros objetos que pudieran corresponder a un marco cronológico identificable con el neolítico.

Si algunas de las citadas piezas fueron localizadas en posición primaria y en un nivel prehistórico, nos encontraríamos ante el primer asentamiento sedentario del monte y el inicio del hábitat de forma continuada en el mismo.

Tenemos depositadas en el museo municipal “Quiñones de León” de Vigo, otras hachas pulimentadas semejantes localizadas de forma casual en Teis, Bembrive,.. o en las excavaciones sistemáticas como las realizadas en la necrópolis de Cotogrande, en Cabral.

Para finalizar, una hacha de bronce, perteneciente a lo que se conoce por la Edad de Bronce Medio, fue localizada en un lugar indeterminado del castro, estudiada por el conocido arqueólogo Luis Monteagudo y que hoy se haya depositada en el museo provincial de Pontevedra. Por si tipología se trata de una hacha plana de de filo desenvuelto.

Tendríamos con ello registrado el período conocido globalmente por la Edad de los Metales, en que la actividad fundamental e innovadora se va a centrar en la metalurgia y el inicio de los conflictos bélicos, según los últimas teorías.

En Vigo se encontró otra hacha de similar tipología y período cronológico en Zamáns y ya de la etapa del denominada Edad de Bronce Final, varias aisladas en Matamá y Matamá, Castrelos, destacando el conjunto o depósito descubierto en Estea (Saians), que podemos ver en citado museo vigués.

Luego de este período ya acabaría la Prehistoria para dar comienzo a lo que conocemos como la Protohistoria o Edad de Hierro, de la cual poseemos el poblado castreño, con toda su importancia que culminaría este proceso de tiempos anteriores a la llegada de la denominada Edad Antigua y la entrada entre otros factores, de la romanización y con ella la escritura en nuestra zona, entre otras muchas novedades.

Nota.- Ilustran estas líneas, las fotografías dos piezas líticas (el bifaz y raedera) que podemos atribuir al Paleolítico Inferior y el dibujo de la hacha del Bronce Medio.