EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL CASTRO DE VIGO. CAMPAÑA DE 1988

 

Para resumir esta campaña de 1988, haremos un breve resumen en que se indicará en que consistió la excavación y las estructuras que se desenterraron y por otro lado, se analizarán de forma resumida los materiales arqueológicos más importantes encontrados en esta intervención.

La excavación

- Los trabajos arqueológicos de “excavación en área” hechos de 1981 a 1985 en este yacimiento, dejaron paso a sondeos arqueológicos puntuales en las laderas del naciente y poniente en 1986. El objetivo primordial de esta última campa de excavación arqueológica en el Castro de Vigo, fue llevar a cabo unos sondeos en la parte alta del monte, para ver si en esa zona se podía detectar algún tipo de ocupación prehistórica, castreña o quizás ya histórica, tal como lo hacían suponer algunos datos significativos que poseíamos sobre la misma: posición estratégica; localización en niveles revueltos de cerámicas castreñas y modernas; noticias confusas sobre hallazgos prehistóricos; etc. Por esto, de principio se realizaron nueve sondeos, concretamente, cuadrados de 3 metros de lado, distribuidos entre el primer recinto defensivo y el segundo, de la fortaleza del siglo XVII existente en la parte alta del monte. La distribución de los mismos, se realizó de la siguiente forma: tres hacia el sur, frente a la nueva puerta de entrada del castillo; cuatro cubriendo todo la ladera del poniente entre la primera y segunda muralla; y tres hacia el sureste, uno de ellos justo encima del paramento interno de la segunda muralla. El resultado de todos ellos fue el mismo. Por un lado, la estratigrafía que se obtuvo nos arrojó sucesivos niveles revueltos de media potencia; y por el otro, la roca base localizada en todos los sondeos presentaba huellas de labores de cantería, correspondiente a la fecha de construcción de la fortaleza militar. También señalar que se pudo documentar diferentes capas de niveles de tierra de diferentes colores en la excavación realizada en la parte interna de la segunda muralla y que nos habla de las labores realizadas para la construcción de la misma. Por último señalar, que aunque se recogieron diversas piezas cerámica y metálicas, de diferentes cronologías, éstas fueron localizadas en “posición secundaria”, en la mayoría de los casos, presentando sus aristas o zonas laterales muy rodadas, que nos hablan de su procedencia de otros lugares sin determinar. Con lo expuesto podemos concluir, que de existir un poblado anterior o evidencias arqueológicas “in situ” no han llegado a nosotros y en la actualidad sería imposible hablar de ello. Sólo mencionar, que al no haberse realizado ningún sondeo en el interior del primer recinto, pues ya se ve hoy día muy modificado, podría caber la posibilidad de lograr encontrar en alguna intervención futura en esta zona, de algún nivel arqueológico que por determinadas circunstancias pudiera llegar intacto hasta la actualidad, pero lo veo muy improbable, conociendo las características geológicas de este yacimiento.

- Una vez realizados estos sondeos y ya obtenido el objetivo fundamental de esta campaña en este yacimiento, decidimos llevar a cabo más sondeos arqueológicos en las laderas del poniente y naciente, como habíamos llevado a cabo en los últimos años. Hacia el poniente se distribuyeron ocho sondeos de tres metros de lados. La mitad de ellos hacia el norte de la zona acotada y ya excavada, que denominamos “sector A” y los otros hacia el norte. Podemos decir que abarcaron zonas muy distantes entre si y aunque en algunos se localizaron niveles arqueológicos fértiles y sin alterar, no se encontró ningún tipo de estructura que podemos identificar como castreña. Entre el excaso material arqueológico encontrado en esta zona, citar sólo el hallazgo de una moneda de bronce romana, en concreto, un as del emperador Octavio Augusto acuñado en la antigua ciudad de Caesar Augusta (la actual Zaragoza, Aragón), cerámica “campaniense tipo A y cerámica indígena con bella decoración estampillada.

- Finalmente, hacia el naciente se excavaron cinco cuadros también de tres metros de lado y aunque cuatro de ellos apenas dieron estructuras y material arqueológico destacable, uno de ellos, situado muy cerca del sondeo en el que el año pasado encontramos un extraordinario “concheiro” y que corresponde al número 21 de este y al número 50 de los sondeos arqueológicos totales que llevamos a cabo en este yacimiento, nos ofreció un sólido muro pétreo recto y con él, en paralelo al mismo, un muro de contención y sobretodo un abundante conjunto de cerámicas tanto indígenas como romanas, de las que vamos a analizar a continuación las más destacables.

Por lo expuesto hasta ahora tenemos que en esta campaña se realizaron 22 cuadros de tres metros de lado en las diferentes zonas del monte, que hemos señalado y que se cubrieron nuevamente con la misma tierra que fue excavada.

Los materiales

En esta campaña como ya hemos mencionado fueron muy numeroso el material cerámico localizado. Si en cuanto a las vasijas indígenas siguieron apareciendo los modelos habituales de ollas globulares tanto lisas como decoradas, así como cuencos y fuentes, las vasijas romanas nos ofrecieron, algunas novedades que vamos a ver de forma resumida, a continuación, pero para los que le pueda interesar y saber más del tema, les dejamos la referencia bibliográfica que trata este tema: Las cerámicas indígenas y romanas del castro de Vigo (Campaña de 1988)”, de José Manuel Hidalgo Cuñarro y Ricardo Viñas Cue, Revista Castrelos, del Museo Municipal “Quiñones de León, Vigo, número 7-8 (1994-95), páginas 97-116.

- Junto a fragmentos de “terra sigillata” itálica y gálica, cedrámica campaniense (en concreto, un fondo de una pátera), se localizaron dos “terra sigillata” hispánica con decoración a molde, que nos muestran al lado de motivos geométricos y vegetales que son las habituales, varias figuras humanas y un grifo alado. También la cerámica estuvo presente con su decoraciones de líneas rectas y curvas, simples o combinadas entre ellas.

- Interesantes fueron sin dudas dos tipos de vasijas que pudimos detectar en esta campaña: Dos piezas cerámicas poseen unos interesantes “graffiti”. La primera de ellas, de pasta clara, reducidas dimensiones y en su borde por la parte superior posee el siguiente OPLACVI, que al estar rota la pieza no sabemos si podría continuar el nombre o expresión. Y la segunda, más fina y de pasta gris, también de pequeño tamaño, en el fondo externo de la base, podemos leer “CRFS”, en este caso posiblemente entera la inscripción. Sin duda estos curiosos “graffiti” corresponde a una forma de marcar la propiedad de la pieza, como suele ser común en esta época y en este tipo de cerámicas.

- Para finalizar, decir que también fue importante poder encontrar varios fragmentos de las conocidas como “terra sigillata africana clara D”, cuyo nombre hace mención a su primitiva procedencia y que sitúa su cronología entre mediados del siglo IV a mediados del V después de Jesucristo. Como vemos ese período histórico no lo tenemos aún bien documentado en este yacimiento y estos hallazgos nos pueden hablar de una ocupación parcial o temporal de parte del poblado en esa época.

Nota.- Ilustran este comentario, una fotografía del sondeo en que se encontró una estructura, dibujos de su planta y perfiles y detalle de los “graffiti” citados, "terra sigillata" hispánica decorada y jarra romana.


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