EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL CASTRO DE VIGO. CAMPAÑA DE 1985



 Para resumir esta campaña de 1985, haremos un breve resumen en que se indicará en que consistió la excavación y las estructuras que se desenterraron y por otro lado, se analizarán de forma resumida los materiales arqueológicos más importantes encontrados en esta intervención.

La excavación:

Se continúo en la misma zona que el año pasado, localizándose un total de 16 nuevos muros de estructuras pétreas, varios hogares y diversos huecos excavados en la roca base.

De general podemos decir que las construcciones que ofrecen mejor estado de conservación son las que se asientan sobre la roca base del monte y poseen forma curva, presentando tanto por la parte interna como externa, un aparejo poligonal o regular. El grosor medio de estos muros es de unos 45 centímetros. Las estructuras que presentan peor construcción y se asientan sobre otras anteriores curvas o directamente sobre tierra, corresponden a muros tardíos. Fueron numerosos los hallazgos de muros que se cruzan en sus cimientos, normalmente rectos sobre curvos, pero en pocas ocasiones, curvos sobre curvos.

Dos viviendas de distinta tipología son las que podemos destacar este año. Una es de planta elíptica con vestíbulo, con pavimento de tierra pisada y un hogar situado hacia el centro, de forma rectangular, formado por piedras hincadas, abierto hacia el poniente y en su espacio interior se pudo localizar arcilla de tonalidad rojiza muy endurecida por el fuego y que poseía una decoración incisa de líneas paralelas y verticales cruzadas, formando una pequeña retícula. La anchura de la vivienda es de 4 metros y su longitud total la desconocemos pues parte de ella se introduce en el corte estratigráfico norte-sur realizado.

Otra vivienda ya de planta circular, que conserva sólo la mitad de sus muros, nos ofreció un hogar de piedra muy interesante y completo. Se encuentra próximo a la pared sur de la casa y nos bien dado por piedras hincadas que delimitan un espacio rectangular y el espacio interior formado por losas planas colocadas horizontales al suelo. Su zona interna mide aproximadamente 90 x 70 centímetros. De las piedras que lo forman destaca una de forma cuadrada de 50 centímetros de lado y decir que está totalmente quemado, mostrando una capa negra toda su superficie.. En la parte superior posee dos piedras hincadas de 25 y 45 centímetros, respectivamente y en la inferior tenemos tres piedras que forman una línea de 55 centímetros de largo. Hacia el lateral oeste podemos observar dos piedras de 55 y 40 centímetros, respectivamente, que están protegidas en su parte externa, por otras dos piedras hincadas más, de 15 y 45 centímetros, aproximadamente. Su lateral este sólo conserva dos piedras de 25 y 40 centímetros, poseyendo ésta última un grosor de 23 centímetros, siendo la mayor en este sentido.

En cuanto a los huecos excavados en la roca, mencionar el hallazgos de otros nuevos, de forma circular, cuyos diámetro oscila entre 0,50 centímetros y un metro, cuyas paredes laterales están recubiertas de una argamasa negruzca (posiblemente para hacer impermeables); otro de forma rectangular de unos 2 metros de largo por 0,80 centímetros de ancho; y por último numerosas oquedades de distinta forma y medida, posiblemente asociados a los anteriores o a las estructuras pétreas cercanas. Todos ellos fueron localizados en la área intermedia alta de la parte excavada, a continuación de los descubiertos en campañas anteriores, situados hacia el sur, en una zona en que la roca base fue rebajada hasta conseguir una explanación, que en su primer momento fue utilizada para algún tipo de actividad productiva relaciona con las pías y canales excavados en la roca base y más tarde fueron tapados y se construyeron encima de ellos diversas estructuras pétreas.

Los materiales

- Se localizaron al igual que en campañas anteriores, cerámica campaniense B (en concreto dos fragmentos de pié y pared de vasija); diversos fragmentos de “terra sigillata” itálica, gálica e hispánica, destacando de esta última, una vasija decorada con círculos concéntricos de 20 centímetros de diámetro en su boca; cerámica “bracarense”, pintada, de paredes finas decorada a la barbotina, ..; numerosas vasijas comunes de cocina y mesa, así como ánforas en su mayoría de la familia “Dressel 8-20 ó 10-24 y pocas “Dressel 1, con sus tres variantes. Varios remates de ánforas con “grafitti” de líneas rectas y curvas, así como una pared con una “P”. Numerosos “pondus” o pesos de telar, algunos con marcas: uno con las letras “A” (sin travesaño central) y “V”. Y por último una tégula con la marca “D”.

- En cuanto a la cerámica indígena continuó apareciendo las formas y decoraciones habituales, llamando la atención una base plano con píe alto, que mide 18,5 centímetros 18,5 centímetros de largo y su altura, de 2,5 centímetros. Posee decoración plástica en la unión del fondo con el pie. También mencionar siete “fusayolas” , cuatro de ellas con bella decoración incisa y el hallazgo por primera vez de dos “toroides”, piezas de cerámica, de forma triangular y circular con agujero en su parte central. Su uso se vincula con la pesca, correspondiendo a pesos, cuyas medidas y pesos, se modificarían a medida de las necesidades y funciones: profundidad, corriente marina, búsqueda de determinadas especies,..Los paralelismos más lejanos los tenemos en poblados ibéricos del siglo V- III antes de Jesucristo aunque pensamos que hemos encontrado aquí corresponderían al siglo I antes de Jesucristo.

-De metal destacar dos monedas de bronce: La primera corresponde a un as de patrón semiuncial reducido de 26 milímetros de diámetro y 9,20 gramos de peso. En el anverso se puede ver la cabeza de “Hércules-Melkart a la izquierda, con clava al hombro y gráfila de puntos gruesos y separados. Arte romanizado. En el reverso, dos atunes a la izquierda y símbolos estrella y lúnula y punto a la izquierda, de pequeño tamaño. Gráfila de puntos separados. Leyenda reverso superior, MBAL. Esta moneda fue acuñada en Gades (Cádiz) y se puede fechar del 45 antes de Jesucristo hasta la época de Claudio. La segunda es también un as, de 27 milímetros de diámetro y 9,63 gramos de peso. En el anverso, se ve la cabeza desnuda de Caius Ilius Caesar Octavianus a la izquierda. Leyenda alrededor, delante del rostro PERM. CAES y por detrás de la nueca AVG. P. M. En el reverso, dentro de láurea, en cuatro líneas: LIBERAL/ITATIS/IVLIAV/EBOR. La ceca de sta moneda es la ciudad de Évora (Portugal) y podemos fecharla entre el 27 antes de Jesucristo al 14 después de Jesucristo.

- Tenemos luego cinco fíbulas de bronce: dos fíbulas anulares romanas, de charnela y arco triangular y dos del tipo “trasmontano. Se encontró un fragmento de “situla” con su típica decoración geométrica; dos cuentas de collar o pulsera; un interesante aplique; y tres clavos del mismo metal.

- De hierro destacamos un bello cuchillo de espigo y hoja curva. Su longitud es de 25,5 centímetros. Aunque por su tipología se suele datar hacia el siglo V al III antes de Jesucristo, aquí tendría una cronología más tardía. También de este material se encontró una punta de jabalina, en cuya parte superior es maciza y en la inferior, presenta una forma tubular para el enmangue de un mástil de madera. Mide 9 centímetros de largo y 3 centímetros de ancho en su zona de enmangue.

- De plomo señalar un colgante de forma troncocónica de 2,2 centímetros en su base, 1 centímetro en su parte superior, midiendo 1,2 centímetros de alto. Posee un orificio de 1 centímetro en su parte central. Su función podría ser un peso de medir o similar.

- Por primera vez en las excavaciones arqueológicas del castro de Vigo, se localizaron tres “labras castreñas”, esto es, piedras decorativas utilizadas en la construcción de las viviendas con fines estéticos y posiblemente otros a estudiar, al algunos casos, dependiendo de los motivos que representen. Dos corresponden a goznes de puerta y nos presentan una decoración geométrica de combinación de líneas oblicuas y horizontales. La otra, de la que poseemos sólo la mitad de la pieza, presenta un bello motivo lobular, que si reconstruimos en su totalidad nos da una forma parecida a un trébol de cuatro hojas. Está piedra se coloraría en medio de la pared de la construcción, posiblemente por su parte externa. Por la importancia de la misma, en la actualidad está siendo objeto de un estudio monográfico, ya muy avanzado. También señalar la aparición de un gozne de puerta, aquí completo, pero sin decorar, en el que podemos ver la parte que iba encajada a la pared (de unos 28 centímetros de largo por 21 centímetros de ancho) y la parte de remate semicircular, mide 22 centímetros de largo por 27 centímetros de ancho. El grosor de la pieza es de 10,4 centímetros y en la parte central del remate posee un orificio de 6 centímetros de diámetro. Interesante el hallazgo de un mortero exento y cinco piezas de molino circular (tres de la parte superior, con hueco lateral y dos de la parte inferior). También siguieron apareciendo piedras de pesos de pesca, un fragmento de hacha pulimentada, un canto rodado trabajado (“chopper”), posibles fichas de juego,...

Nota.- Se ilustra este comentario con varias fotos de la intervención arqueológica llevada a cabo en este campaña de 1985. 


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