LA FORTALEZA MEDIEVAL DEL CASTELO DO PENSO EN EL CASTRO DE VIGO

 

Sabemos de existencia de esta fortificación medieval denominada “Castelo do Penço o Penso” en la que podemos situar diversos hechos históricos, pero su ubicación exacta, su tipología y su cronología es tema de discusión aún hoy.

Esto se debe en gran medida a que las fuentes que nos hablan de ellas son sólo documentales y a veces contradictorias, ya que restos constructivos no han llegado hasta nosotros. Tan sólo y fuera de contexto han aparecido materiales arqueológicos medievales que nos pueden hablar de este período cronológico en el castro de Vigo.

En cuanto a la fecha que podría manejarse para su construcción o etapa más antigua, si un documento ya nos habla indirectamente del mismo en 1118, otros de 1176 y 1282, no mencionan al mismo, por lo cual podríamos colocar su construcción hacia finales del siglo XIV o principios del siglo siguiente.

El castillo se ve envuelto en la llamada revuelta “irmandiña” de 1467 y las luchas de Pedro Álvárez de Sotomayor (conocido como “Pedro Madruga”) contra el arzobispo de Santiago, Alonso de Fonseca, en Vigo, tendrá como escenario la toma y asedio de esta fortaleza, que sabemos que él primero la va a conquistar en 1470 y estará en su poder hasta 1477, la perderá luego y tomará de nuevo un año más tarde, para ser devuelta a Fonseca por orden de los Reyes Católicos en 1480. Posiblemente ante el estado ruinoso del mismo, el mismo Fonseca, decide la demolición de este castillo, del que se aprovecharan sus piedras, posiblemente, para la construcción de la ermita de Nuestra Señora de O Castro en su cima.

La situación justa de esta fortaleza también no está exenta de polémica, aunque cobra más fuerza la que plantea su ubicación en la parte alta del monte, en base a descripciones de límites y otras fuentes documentales que refuerzan la ubicación en una zona alta con buena defensa natural, en contra, de los que se plantean la situación de la citada fortificación, en la zona media que más tarde se emplazaría el castillo de San Sebastián.

En cuanto a la forma o tipología de la misma, nos podemos acercar a ella teniendo cuenta, con reservas, la descripción que hacen de ella, algunos testigos del famoso pleito “Tabera-Fonseca”, que se realiza entre 1526 y 1527 y en el que van a participar el total de unos 130 testigos de ambos lados. Por ello, decimos que tenemos que tomar con cautela la descripción que nos hacen del castillo, pues los presentados por el que reclama (Tabera), nos darán una visión totalmente diferente a lo que van a decir los contrarios. En juego está en la tasación de daños sufridos y el pago de los mismos.

Así de los testigos de Tabera, podemos sacar la conclusión que la fortaleza poseía cuatro murallas que le daban forma cuadrangular, pero sin torres y sus muros estaban bien construidos con grandes piedras labradas, anchos y fuertes y acabando en almenas. Dentro poseía algunas casas y afuera estaba protegido por una cerca. Los otros testigos llegan a asegurar que allí no había nada y tan sólo más tarde una pequeña ermita,..

Con las precauciones necesarias tenemos que tomar como válida esta descripción del castillo, pero lo que podemos decir que esta tipología cuadrangular con cerca defensiva, así como los cerámicas medievales encontradas en diferentes puntos del monte, son similares a lo que pudimos detectar en las excavaciones realizadas en “As Torres” de Padín, en Teis, que poseen la misma cronología y fue destruida en la misma lucha.

Nota.- Ilustra este pequeño comentario, un manuscrito de Pedro Madruga, que se conserva en el Pazo de La Pastora, Vigo