PROYECTOS DE REFORMAS DE LOS SIGLOS XIX Y XX PARA LA FORTALEZA Y EL MONTE DE O CASTRO NO REALIZADOS

 

De diversos proyectos y memorias que se realizaron para reformar la fortaleza de Nuestra Señora de O Castro, ya en el siglo XIX, buscando acabar con su estado ruinoso y adaptarlo a los sistemas defensivos más modernos, los más importantes fueron presentados en la segunda mitad del citado siglo, más concretamente, el primero, en 1859 por el ingeniero Ramón Madiña y Orbeta; al año siguiente, otro del comandante de Ingenieros de la Comandancia de la Plaza, Antonio Cheli y Giménez, sustituto del anterior en 1860; y finalmente en 1880, por el también ingeniero Miguel de Hermosilla.

Los dos primeros tienen en común que su proyecto no plantea la conservación de la antigua fortaleza y sus recintos, contemplando una mejora de lo existente y así conseguir un mayor ahorro de gasto, si no que contemplan la construcción nueva de otra fortaleza con una tipología totalmente distinta y apostando por la actualización de las defensas para esa época, con una curiosidad a tener en cuenta: el proyecto de uno se va a plantear en el sentido contrario de orientación que el otro.

El último, va a respetar en parte lo ya construido. En concreto se pretende ampliar el primer recinto eliminando el antiguo segundo y convirtiendo el tercero en el segundo. Se pasaría de esta forma a una fortificación tan sólo con dos recintos pero ya adaptadas a loa nueva arquitectura militar.

Si los proyectos mencionado no realizados que se querían ejecutar tocaban básicamente la fortaleza existente, unos casi en su totalidad y otro haciendo una gran reforma, en 1932 se iba a presentar el llamado “Plan de extensión y reforma interior de Vigo” del famoso arquitecto Antonio Palacios Ramilo, de ahí que se le conozca popularmente como “Plan Palacios” que supondría la total destrucción del castillo y toda las ladera del monte, llegando por el norte hasta el mar. Aunque llega a ser aprobado en 1934, no llegó a ser ejecutado en ninguna de sus fases.

Este proyecto buscaba transformar toda la ladera norte del monte de O Castro, desde su cima hasta la destrucción de la otra fortaleza militar, la del castillo de San Sebastián. Justo en el primer recinto se proyectaba la construcción del denominado “Palacio Regional” (al que se accedía por un funicular) y desde esa zona se modificaba toda la ladera, haciendo desaparecer los otros dos recintos defensivos y áreas limítrofes.

Por suerte, la no realización de los citados proyecto que afectarían de distinta forma a la fortaleza, llegando incluso a la destrucción de la misma con todos sus sistemas de defensa, nos permite hoy en día poder contemplar esta arquitectura militar que hunde sus raíces en el siglo XVII, haciéndola con ello, la única de esta cronología en toda Galicia.

Lógicamente de esta no realización de lo proyecto se beneficia también los restos arqueológicos anteriores a la construcción del castillo y que aunque enterrados, guardan intactos a que sean recuperador en tiempos venideros.

Nota.- Ilustran este breve comentario una vista parcial de la maqueta del denominado “Plan Palacios” y el proyecto para la fortaleza del Castro de 1860.