NOTICIAS DE PRENSA SOBRE LOS HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS DEL CASTRO DE VIGO EN 1929 (y II)

 

Al día siguiente, el 25 de Enero, en el Faro de Vigo sale un artículo también anónimo, en la portada, que lleva por título “La citania del monte del Castro” y como subtítulo “SE DEBE IMPEDIR EL SAQUEO”, que dice textualmente:

“La carta de D. Valentín Mayordomo, S. J. Publicada ayer en estas propias columnas, no solo confirma lo dicho por nosotros en los dos números anteriores, sino que además, amplia el asunto de la citania, convirtiéndolo en plural.

Porque ahora resulta que, no solo el monte del Castro: también el de la Guía guarda, avaro, importantes yacimientos de objetos arqueológicos.

En vista de lo cual, ya es cosa, creemos nosotros, de que las autoridades intervengan directamente en el asunto, para impedir que tales riquezas, de enorme interés para la ciencia, sean arrebatadas por los arqueólogos de ocasión o destrozadas por el vulgo.

Y al hablar de esos arqueólogos, no queremos referirnos a las personas entendidas que días pasados han recogido objetos que aparecían a flor de tierra y han comprobado con ellas la existencia de una antigua citania en el monte del Castro, sino al vulgo ignaro que ayer y anteayer, en ciertos momentos simulando romería o jubileo, ha acudido allí y ha empezado a escarbar, remover y captar objetos, sin que nadie le fuese a la mano.

Las personas entendidas a quien aludimos, han prestado un buen servicio y lo por ellas recogido, no es cosa perdida. Por ellas, se ha divulgado esta riqueza local, desde las columnas del FARO DE VIGO. Y no es cosa perdida lo que recogieron, porque les ha permitido comprobar que era verdad la existencia de tales yacimientos. En cambio ¿de qué servirán esos “cacharros” en manos de los ignorantes? ¿Y no puede darse el caso de que a fuerza de escabar y de remover se halle alguna moneda, objeto de uso doméstico o herramienta, de gran valor en manos del entendido, pero inútil en la del indocto? Además de eso, tales riquezas no deben ser del primero que les pueda echar la mano. Pertenecen a la colectividad; no al individuo. Son tesoros de la urbe o de la nación y por tanto, respetables para los ciudadanos. Más todavía: Vigo está formando un Museo, y a él pertenecen de hecho y de derecho esos objetos. Arrebatárselos, es cometer un ver verdadero delito.

Por tanto, precisa que las autoridades correspondientes pongan mano en el asunto e impidan enérgicamente que nadie toque aquello, hasta que vengan los técnicos cuya llegada se anuncia, y digan lo que se debe hacer.

Una vigilancia eficaz y estricta es la primera medida que debe de adoptarse por las autoridades competentes, en presencia de las razones que dejamos expuestas””

El mismo día, en otro periódico, en este caso, La Voz de Galicia, también da cuenta de los citados hallazgos: “Excavaciones en el Monte del Castro. Continúan haciéndose excavaciones en el monte del Castro. Aparecieron numerosos trozos de cerámica y otros objetos que se cree pertenecieron a la citania que allí existió. Se espera la llegada de arqueólogos para hacer estudios sobre estos hallazgos…”

Al día siguiente sale en El Pueblo Gallego la siguiente noticia: “Las excavaciones en el Castro. Por el Gobierno Militar de esta plaza se hace saber que siendo propiedad del Ejército el monte del Castro, queda terminantemente prohibido realizar en él ninguna excavación ni tomar tomar objeto alguno sin contar para ello con autorización competente que deberá solicitarse en dicho Gobierno Militar”.

En la contraportada del Faro de Vigo del 27 de Enero, tenemos una breve noticia y dos cartas escritas al Director, sobre el tema. La primera la copiamos integra y las segundas, parcialmente, sólo escribiendo lo relativo al Castro de Vigo:

“En torno a la citania del Monte del Castro”. Hoy llega una comisión técnica. El banquero D. Agustín Tenreiro recibió ayer un telefonema de Pontevedra, en el cual le anuncia el presidente de la Diputación provincial Sr. La Sota, que hoy viene a Vigo una comisión, para estudiar el asunto de los descubrimientos arqueológicos del Castro.

La forman los Srs. Sampedro, Cuevillas, Filgueira, Losada y Massó. La comisión llegará a Vigo en el tren de las once de la mañana”.

“Carta de P. Mayordomo. Sr. Director de Faro de Vigo. Muy estimado señor: Es síntoma del ambiente de cultura, que cada día se intensifica y dilata más en esta hermosa ciudad de Vigo, ver el entusiasmo y curiosidad, con que son visitadas las primeras, pero abundantísimas eflorerescencias arqueológicas, que de una manera harto casual van apareciendo, a la vista del público, aquí y allá, y mejor diremos por todas partes, como hace dos días tuve ocasión de observar, en el dilatado perímetro del Castro.

Bien tienen por qué estar los vigueses inquietamente curiosos, pues no es aventurado esperar que se haya dado con el solar verdadero, muchas veces secular, de sus antepasados. Y digo que jo es aventurado; pues la clase y profusión de cerámica hasta ahora tan fácilmente exhumada; la forma del monte, al igual que de La Guía (entrambas privilegiadas para núcleos de población primitivas, que es lo que a mí me indujo a examinarlos atentamente); y la misma actual población viguesa, que, a juzgar por lo que en localidades similares ha sucedido, tuvo que estar enclavada en tiempos prehistóricos ( y hoy más que nunca hay razones verdaderas para creer que Vigo tiene orígenes prehistóricos) en la cumbre y suaves declives del Castro; no son ya conjeturas desprovistas de fundamento, sino prudentemente asentadas, aunque no tuviéramos en evidente certeza, por falla de más datos arqueológicos. Desde hoy será ya mucho más difícil sostener la tesis contraria.

….el magnífico Vigo actual, fue el “Vicus Spacorum” de los antiguos...El mismo nombre de Castro bien puede significar y representar lo que significar y representar lo que significa y representa en otras localidades gallegas; población hispano-romana, continuación de otra población de aborígenes….el monte del Castro por necesidad ha tenido que ser muy destrozado en pasadas épocas...pudiera ser en el mismo castillo del Castro, y aún en las cercanas (construcciones, en general) de fincas vecinas….hubiera piedras, que por su forma, grabados, etc...tuvieran relación con el asunto que nos ocupa….”

A continuación la otra carta que lleva por título “Ante los hallazgos prehistóricos del Castro. Labor urgente”, firmada por Enrique Montenegro, en Noya, Enero 24 de 1929:

“...los hallazgos efectuados estos días en el monte del Castro, más importantes, de lo que acaso pudo creerse en un principio….con urgencia el Ayuntamiento o el Instituto se recojan los fragmentos que han aparecido o aparezcan en lo sucesivo y que en manera alguna deben de quedar abandonados. Es necesario también que el Ayuntamiento solicite al culto catedrático de la Universidad Central, D. Hugo Obermaier, notabilísimo especialista en la materia, que venga a Vigo y reconozca el Castro y La Guía….Y se efectuasen excavaciones y ellas nos pusiesen ante los ojos restos de construcciones de aquellas remotas edades, en modo alguno sería esto un estorbo para nuestro futuro parque; antes al contrario, contaría éste con un atractivo más, organizándose en un pequeño edificio enclavado en él un pequeño museo con los objetos que se encontrasen en las excavaciones de ambos yacimientos….El gasto, por no ser grande, no sería oneroso para el Ayuntamiento, y el buen nombre de la ciudad lo reclama.”

En lo expuesto vemos vemos el interés general que causó la noticia de los hallazgos en el pueblo de Vigo, como se plantea el origen de la ciudad, se plantea la visita de una comisión de técnicos gallegos, al igual que otra de un arqueólogo que vendrá de Madrid y por último que se pueda hacer un pequeño museo en el mismo lugar de los hallazgos.

Nota.- Acompaña este comentario una postal antigua que nos muestra al fondo de la misma, la parte alta y oriental del Castro de Vigo, en la que se realizaron los hallazgos arqueológicos en 1929.