FUENTES DOCUMENTALES SOBRE LA LLEGADA DEL EJÉRCITO PORTUGUÉS A VIGO EN 1665 (II)

 

"Yconsequtivamente provey el Castillo del Castro con dose pipas de agua, dose quintales de vizcocho algun grano mio, arroz, sal, vinagre, azyte, y vino que se iba introduziendo, y mas de quarenta cabelas de ganado. El pan no pudo ser mas porque nole avia col-ido, ni harinas enesta Villa por falta de moliendas, y la sequedad del tiempo: Que aunque entre los armadores tenia repartidos juridicamte ciento y ocho quintales de vizcocho, y señalado grano para que le hiziessen, no pudieron conseguir la fabrica del por falta del tiempo, y delas moliendas deste partido, que se ocupaban en moler para la fabrica del Porriño, y otras provisiones ordenadas por la cabeo de Provincia para assistir ala frontera, y aessa Ciudad de Tuy, y tambien por la sequedad del tiempo, como ba dicho, con que se hallaron obligados los armadores de dará hazer dicho vizcocho á sus panaderos en Pontevedra, y en San Miguel de Oya: Ytreinta quintales del que se fabricaba en Pontevedra los embargó la justicia y Regimiento de dicha villa, de que dio parte a su Ex". Don Alexandro de Mendoza, que me assistio para este efecto, sobre que despachó á Don Antonio Mauricio su hermano á su Ex". . para que sirviesse de hazer akar el embargo que la villa de Pon­tevedra avia hecho: aque se sirvió responder al dicho Don Alexandro; que aunque parecia que la villa de Pontevedra tenia razon les escriviría lo de passer salir y no lo hizieron, con que faltó por aquella parte los dichos treynta quintales de vizcocho mencionados. Como tambien otra partida que avian dado hazer en San Miguel de Oya, porque assi que se supo que el enemigo enderecaba su marcha al Valle de Miñor como mas vezino, el dicho lugar se desertó, y no pudo tener efecto loque se avia dedo á fabricar, yenesta Villa no se hallaba un pan que comer, ni poder recoger por falta de dichas moliendas y harinas, y el gran concurso de gente ya dicho que a ella se avia recogido. 

Ademas de las diligencias mencionadas, les hize con la justicia y Regimiento desta Villa protestandoles los daños para que assistiessen ala provision del Castro, pidien­doles veinte pipas varias para, agua, diez de vino, vizcocho ó pan cocido, ó garinas de cualquiera calidad que fuessen, azeyte, vinagre, sal, leña, y todas las demas cosas comestibles que se pudiessen juntar, y que nombrasen Depositario en el Castro, para que corriesse por su quenta y razon. Ysolo proveyeron de quinze pipas varias, y dose hazes de leña, y ofrecían vino que se iba introduciendo, y daban por su respuesta negociaban conel Valle la provision, porque la Villa no tenia forma. Mandé por vando que hize publicar que los vezinos y moradores desta villa pena de cinquenta Ducados cada uno de los que dexassen de cumplir, y otras arbitrarias, se previniessen de los viveres necessarios para doce dias; y a la justicia y Regimiento lo hiziese cum­plir assi: segun todo consta por digencias juridicas, que presentare siendo necessario: yno podia usar de la via de la fuerla, atento no me hallaba con gente de guerra, ni con otras fuercas que las delos mesmos vezinos y naturales, conque apremiarlos y obligarlos por otra via.

Ydespues de las dichas diligencias, y saber sus Exas.por amigos mios, que los enemigos enderecaban su marcha por San Miguel de Oya, entrada del-valle de Miññor aeste valle de Fragosso azia Boucas, y aesta Villa; Loque nunca creyeron, fueron servidos enbiarme de socorro al tiempo que los enemigos se mostraban yá en Boulas, como lo hizieron el dia antecedente, quinientos gombres de milicia con la persona de Don Fernando de Carantoña Cabo de Muros, y quince cavallos con la persona del Capitan de Cavallos Don Martin. Sarmiento; y media hora después entraron otras quatrocientas milkias del Cabato del Padron con su capitan, que las cargaba el enemigo, que al instante hize esquadrones en las obras de afuera del Castro, que iba relevando como dicho es, mostrándo el socorro a los enemigos, y metiendo los dichos quinientos gombres con la persona del dicho Don Fernando en dicho Castillo, para guardia y custodia del. Hize marchar luego las quatrocientas milicias del Padron con el dicho Capitan ala villa, conque de cubrió lomejor que se pudo, con mas la compañía della, y algunos 50. gombres deste Cabeato q. se hallaban con los officiales del, y eneste mismo tiempo no olvide la guardia del puesto de Rande, enque ocupa­ba un Sargento con veinte hombres del Cabeato.

Yestando enesto llegó el Teniente de Mro. de campo General Don Pedro Henrriquez con seis ó ocho officiales reformados dela cavallería, y con ordenes secretas de Sus Exas. yotras verbales que me comunicó, que a su tiempo manifestare; y con or­den por escrito que para en mi poder del señor Don Baltasar enque me manda nos conformassemos y tratassemos dela defensa de la Villa en particular, no teniendola, ni tiempo, ni forma para disponerla, y que no negli genliassemos la del Castro; y yo me tugese por el servicio de su Mag. No solo 6i conformarme, sino á obedecerle en voz, y siguiendo su parecer (aunque contra mi dictamen) se sacaron del Castro trescientos hombres delos quinientos dichos, y se metieron mas en la Villa, sin te­ner tiempo para mas que elque se requería para estar con las armas en la mano, dispuestos a pelear y morir en defensa de lo uno y lo otro. Esta noche sobrevino un temporal de agua y viento tan fuerte, que duro hasta el otro dia, después de mediodia, conque se padeció todolo posible, y que obligó al enemigo a retirarse de Bowas, y el dicho dia una hora después de medio dia se bolvio a mostrar en Boulas, obligandonos, y poniendonos enel mismo cuydado precedente, de que se daba avisos asus Eras. y de su movimiento de los enemigos, de la fálta q. hazia la infantería, y de como enel. Castro no se avian podido introducir- mas provisiones que para tres o quatro dial.

(Continúa..)

Nota.- Ilustra este texto, un detalle de un mapa de la ría de Vigo de 1664.