FUENTES DOCUMENTALES SOBRE LA LLEGADA DEL EJÉRCITO PORTUGUÉS A VIGO EN 1665 (III)

 

El desconsuelo de sus Exas. parece fue grande y con razon, pues reconociendo el mal estado desta villa por su poca defensa, y las exossesivas fuetvas del enemigo, y lo poco aprovisionado que se hallaba el Castro, y creyendo ser culpa mia el que no estuviesse en mejor estado de fortificaliones y provisiones (sobreque protesto para aquí, y para adelante de Dios 'é gecho todo mi deven tanto enlo que toca ala pro­vision del Castro, como ala reparación del y dela Villa, según la forma conque me hallaba, y el tiempo lo avia permitido ó dado lugar) resolvieron introducir enesta Villa avista de los enemigos cinquenta infantes, tres Compañias de Cavallos, qua-renta desmontados de la caballería, y algunas milicias mas con la persona del Mro. De Campo Don Franco Bufo, y no ningunos viveres deque aca se carelia: Ycar­gandome el Señor Don Baltasar, y el general de la Caballería juntos, que yo no avia hecho nada, ni derribado casas, ni proveydo el Castro, que era menester meter persona que la defendiesse: llamó su Ex". dicho Señor Don Baltasar al juez desta Villa yami, y delante de todas las demas personas principales della que me asistían personalm". en todo loque podian, y yo les ordenaba con servicio de su Majestad; en publico conspecto mandó ala justicia y villa obedevi essen al Mro. de Campo Don Francisco Bufo, que entraba á governar con todo poder, y ami obedeliesse sus ordenes, ó hiliesse loque quisiesse: respondy á su Exa estava muy prompto á gacerlo, y obedecerle con una pica en la mano: Todo esto en descredito de mi buen proceder, calidad, y meritos, de treinta años de sevilio asu Majestad con sus diversos exercitos de Europa, derramando mi sangre, y con toda satisfacción y aprobación. Yestando enestas contiendas me dijo el Señor Don Baltasar, que aunque era Governador desta placa por su Mag. Y que tenian los despachos era meneter fuesse assi; aque respondy que tenia muy poco que agradecer asus Ex'''. puesto que dicha merced no mela avian declarado atiempo paraque yo pudiera con mas vigor hazerme respetar y obedeçer.

Finalmente Señor, yo no se enque aya pecado, pues para todo loque é obrado, sus Exas no me an assistido con un Real, ni otra forma, mas que la de las milikias del Cabeato, fortifiquesse, y provea el Castro de mas artilleria, de agua, y de los viveres que pudiere, y defienda la villa, y el Castro; aque satisfago con las diligencias susso­dichas, que en razon de lo uno y de lo otro tengo hechas jurificamente, y el desvelo y valor con que é procedido a pesar de la emulación, pues teniendo yo el conocimien­to que se requiere del peligro enque se hallaba esta Villa, y dicho numero de perso­nas mencionado, y que no tenia otro recurso que el dela espada de los enemigos, ó bever las aguas de la mar, los animé y alente hasta la ora menzionada, demanera que de muy buen ayrenos hallabamos dispuestos ala defensa que se pudiesse hazer, hasta que nos forlassen, con que la Villa no se desertó como Boucas (aunque así lo pudo hazer con la misma razon) pues la defensa con que se hallaba Vigo para poder resistir aun exercito poderoso, que traya el enemigo no es de ninguna consequenlia, y mayormente pues no hallaba ninguna oposición..

Y para mayor prueva destas verdades, satisfago tambien, con que aviendonos tocado arma por tres vezes el enemigo, ó los amigos, de noche, reconocieron nuestra vigilancia, y que estabamos con las armas en la mano, y resueltos alo que dicho es, ydedia pudieron reconocer lo mismo, deque constará siendo menester.

Y concluyo con dezir que si el gran Capi tan se hallara enesta Villa, gobernando ala sazón, con la poca forma y medios que yo tenia, ni podia ayer gecho mas deloque yo hize, y lo juro."

Final del primer documento.

Nota.- Detalle de la villa amurallada de Vigo en un plano de 1667.